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ALIMENTO DIARIO
Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo (Lucas 14:27 LBLA).
Mi hijo Aarón me regaló una mochila de cuero muy bonita para un Día de las Madres. Le cabe de todo. ¡Y yo le meto de todo! Siempre anda bien pesada. La mochila de mi esposo es otra cosa: casi siempre está medio vacía y ligera. Cuando salimos juntos, él siempre me ofrece cambiar de mochila. Él carga la mía, llena y pesada, y yo la de él, súper liviana.
Jesús también carga tu mochila, la del pecado, la culpa, el miedo, el cansancio, las heridas que uno lleva por dentro. Él la tomó y la llevó hasta la Cruz. Y allí dejó clavada toda esa carga. A cambio, te da su mochila de la Cruz: llena de gracia, consuelo, esperanza y vida nueva.
A primera vista, la lectura de hoy suena fuerte. Pero cuando lo ves desde el Evangelio, te das cuenta de que Cristo no te está pidiendo que cargues algo para salvarte. Él ya cargó con tu pecado pesado y te salva por pura gracia. La cruz que te llama a llevar es la de vivir unido a Él, confiando, aunque eso a veces traiga lucha, rechazo o sacrificio. Este domingo, que es el decimotercer después de Pentecostés, recordamos que Jesús ya ha pagado el costo del discipulado por nosotros.
En la lectura de hoy, Jesús le hablaba a una multitud que lo seguía, pero quería que entendieran que ser su discípulo no es fácil. Seguirlo significa que Él sea primero. Y eso no nace de tu fuerza ni de tu voluntad. Es Cristo mismo quien crea en ti la fe y quien te capacita para seguirle, día tras día. ¿Cómo lo hace? A través de sus medios de gracia: su Palabra que te habla, el Bautismo que te cubre, la Santa Cena que te fortalece. Él mismo te sostiene. Él carga tu mochila.
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Padre nuestro, gracias porque Jesús tomó mi mochila pesada, llena de pecado y dolor, y la cargó por mí en la Cruz. Ayúdame a recibir con fe la cruz liviana que Él me da. En el nombre de Jesús. Amén.
Para reflexionar
* ¿Cómo te consuela saber que Cristo ya cargó tu mochila pesada en la Cruz?
* ¿De qué manera te fortalecen la Palabra, el Bautismo y la Santa Cena para llevar tu cruz cada día?
Diaconisa Noemí Guerra
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