"El Reino es tuyo"

Ustedes son un rebaño pequeño. Pero no tengan miedo, porque su Padre ha decidido darles el reino (Lucas 12:32).

A veces uno escucha cosas en la iglesia que suenan demasiado buenas para ser ciertas. “Dios te da su Reino”, por ejemplo. Y uno se queda pensando: ¿De verdad? ¿A mí? Si a veces ni sé cómo voy a resolver la semana. ¿Cómo es eso de que el Reino de Dios ya es mío? Justamente por eso vale la pena detenernos y mirar bien lo que Jesús dijo. Porque no se trata de palabras bonitas para animarnos un rato. Es una promesa real, firme, y dirigida a ti.

Este domingo es el noveno después de Pentecostés, y recordamos que el Señor, con todo Su amor, viene a darnos su Reino. No es una ilusión. Es un regalo seguro.

Escuché de un hombre que lo dejó todo por seguir un sueño que parecía imposible. No tenía garantías, solo una promesa. Con los años vinieron las dudas. Ese hombre fue Abrahán. Y justo cuando más lo necesitaba, Dios le dijo: “No temas… yo soy tu escudo” (Génesis 15:1). Dios no lo regañó por dudar; al contrario, le mostró el cielo lleno de estrellas y le reafirmó Su promesa.

Y esa promesa no solo hablaba de una familia numerosa o una tierra prometida. Hablaba de Jesús. Él es la prueba viva de que Dios cumple lo que promete. Así como fue fiel con Abrahán, lo es contigo.

Jesús dijo el versículo de hoy justo después de enseñar que no debemos vivir preocupados, porque Dios cuida de cada detalle. Y lo más impresionante es que Él no solo promete cuidarte: te da su Reino. Y ese Reino no es solo para después. Jesús lo trajo y hoy te lo da por medio de su Palabra, el Bautismo y la Santa Cena.

Así que no tengas miedo. El Reino es tuyo. Y ahora puedes compartir esta buena noticia con alguien más.

Padre nuestro, gracias porque en Cristo somos Tu rebaño pequeño y no tenemos miedo, porque Tú has decidido darnos el Reino, aunque no lo merezcamos. En el nombre de Jesús. Amén.

Para reflexionar:
* ¿Cómo cambia tu manera de vivir el saber que Dios ya te ha dado su Reino en Cristo?
* Cuando la preocupación o el miedo llenan tu corazón, ¿cómo te recuerdan los medios de gracia que Jesús sigue sosteniéndote?

Diaconisa Noemí Guerra

© Copyright 2025 Cristo Para Todas Las Naciones