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ALIMENTO DIARIO
Nos salvó, y no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo, el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo, nuestro Salvador (Tito 3:5-6).
La escritora de esta devoción nos dice: Nuestro hijo Aarón no nació en un hospital, sino en un centro de nacimiento lleno de mamás y bebés, sin enfermos ni medicamentos. Lo más increíble fue que nació en agua. Había un jacuzzi especial donde los bebés pasaban del agua del vientre de su madre directamente al agua del jacuzzi.
Lo que más me impactó fue que la partera no lo sacó del agua de inmediato. Lo dejó bajo el agua por un momento porque seguía recibiendo oxígeno a través del cordón umbilical. Aarón estaba tranquilo, nadando en su ambiente natural inmediatamente después de haber nacido. El agua había sido su hogar, el lugar donde la vida fluía libremente. Pero cuando lo sacaron del agua, todo cambió. Fuera del agua, ya no podía moverse igual.
La lectura de hoy nos recuerda que, en nuestro Bautismo, el Espíritu Santo obra para crear fe en Jesús, adoptándonos como hijos del Padre y convirtiéndonos en nuevas criaturas. Y no es algo que ganamos, sino un regalo de Dios por medio de Jesucristo.
Tu Bautismo es el lavamiento de la regeneración y renovación del Espíritu Santo porque, en él, Dios te da nueva vida, te adopta como su hijo y te llama a vivir por el Espíritu.
Ahora puedes estar tranquilo, nadando en tu ambiente natural del agua del Espíritu. Es tu hogar, el lugar donde tu vida fluye libremente. Y si te sales del agua de tu Bautismo alejándote de Dios, Jesús te busca, te perdona, y te rescata nuevamente.
Ahora puedes compartir esta noticia con alguien más.
Padre nuestro, gracias porque en Cristo nos salvaste, y no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por tu misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo, el cual derramaste en nosotros abundantemente por Jesucristo, nuestro Salvador. Amén.
Para reflexionar:
* ¿Qué momento de tu vida te recuerda a estar en tu «ambiente natural» de gracia, como bebé nacido en agua?
* ¿Con quién puedes compartir hoy esta noticia?
Diaconisa Noemí Guerra
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