"Complaciendo a Dios"

Ellos son del mundo. Por eso hablan del mundo, y el mundo los oye. Nosotros somos de Dios. El que conoce a Dios, nos oye; el que no es de Dios, no nos oye. Por esto sabemos cuál es el espíritu de la verdad, y cuál es el espíritu del error. 1 Juan 4:5-6Ellos son del mundo. Por eso hablan del mundo, y el mundo los oye. Nosotros somos de Dios. El que conoce a Dios, nos oye; el que no es de Dios, no nos oye. Por esto sabemos cuál es el espíritu de la verdad, y cuál es el espíritu del error. 1 Juan 4:5-6

Son muchos los consejos que el mundo nos ofrece en forma gratuita.

Todo lo que hay que hacer es escuchar a los expertos. Eso es lo que Charlie Stink descubrió. Los amigos y compañeros de trabajo de Charlie Stink (‘Oloroso’) le decían constantemente que debería cambiar su nombre por otro que sonase mejor.

Finalmente, Charlie Stink (‘Oloroso’) cedió y fue a los juzgados para completar el proceso legal. Al día siguiente, de vuelta al trabajo, sus compañeros le preguntaron: «Y, ¿cuál es tu nuevo nombre?» «Ahora me llamo George Stink (‘Oloroso’), ¡pero sigo sin entender qué va a ser diferente ahora en mi vida!»

Eso es lo que suele suceder cuando seguimos el consejo del mundo y tratamos de complacer a los demás. A pesar de que todos tienen aparentes buenas intenciones, las cosas no siempre salen de la forma que nosotros, o los demás, planeamos.

Quizá sea por ello que la mayoría de nosotros trata de dejar de esforzarse por ser alguien que no es, para complacer a los demás. Es mucho mejor complacer al Señor que nos ha salvado, y es mucho más sabio escuchar al Señor que sabe lo que es mejor para nosotros. Él, y sólo Él, tiene y es el Espíritu de la verdad.

Hay ciertas ventajas en escuchar al Señor. Primeramente, las directrices del Señor no son confusas o contradictorias. En segundo lugar, nuestro Dios no cambia de opinión. Por último, y más importante, ya que el Padre envió a su Hijo para salvarnos, siempre nos dará su consejo sabio, consejo que siempre es provechoso y correcto… y cierto.

ORACIÓN: Querido Padre, hay veces en que escuchar a quienes nos rodean es más fácil que escucharte a ti. Danos el discernimiento para distinguir entre tu Espíritu de verdad y el espíritu de error de los hombres. En el nombre de Jesús. Amén.

De una devoción escrita originalmente para «By the Way»

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