+1 800 972-5442 (en español)
+1 800 876-9880 (en inglés)
ALIMENTO DIARIO
A pesar de todo, Señor, tú eres nuestro Padre; nosotros somos el barro, y tú el alfarero. Todos somos obra de tu mano. Isaías 64:8A pesar de todo, Señor, tú eres nuestro Padre; nosotros somos el barro, y tú el alfarero. Todos somos obra de tu mano. Isaías 64:8
Son innumerables las veces que dejo pasar oportunidades increíbles sin aprovecharlas.
Es por eso que durante muchos años recordé la historia verídica de un bulto grande, supuestamente una piedra, que durante siglos estuvo en un riachuelo en Carolina del Norte.
Las pocas personas que vieron ese bulto al pasar, no le prestaron atención. Así fue hasta que un hombre pobre lo vio, y pensó que serviría para mantener abierta la puerta de su casa, por lo que lo cargó y se lo llevó.
Las cosas cambiaron cuando un geólogo vio por casualidad ese bulto, y descubrió que no era una simple piedra, sino que era oro, el trozo de oro más grande que jamás se haya encontrado al este de las montañas Rocosas. Más tarde fue avaluado en más de $100.000.
¿Alguna vez se ha sentido como un bulto que no sirve más que para sostener abierta una puerta?
Si su respuesta es afirmativa, quiero que sepa que Dios no piensa lo mismo que usted. El Señor vio cuánto valía y por eso envió a su Hijo a este mundo para salvarlo. Usted valió tanto como para que Jesús invirtiera toda su vida en salvarlo.
Como dijo Isaías, puede que parezcamos ser nada más que un bulto, pero en las manos del experto alfarero, somos transformados en algo de mucho valor.
De una devoción escrita originalmente para «By the Way»
ORACIÓN: Querido Señor, gracias por enviar a tu Hijo a salvarme. Me consuela saber que tú me valoras tanto. Te pido que me des poder para vivir mi vida en agradecimiento y alabanza a ti. En el nombre de Jesús. Amén.