"¿Seguiremos siendo niños para siempre?"

Cuando yo era niño, mi manera de hablar y de pensar y razonar era la de un niño; pero cuando llegué a ser hombre, dejé atrás las cuestiones típicas de un niño. 1 Corintios 13:11Cuando yo era niño, mi manera de hablar y de pensar y razonar era la de un niño; pero cuando llegué a ser hombre, dejé atrás las cuestiones típicas de un niño. 1 Corintios 13:11

Pablo, el gran apóstol de Jesús, recordando su infancia escribió: «Cuando yo era niño, mi manera de hablar y de pensar y razonar era la de un niño; pero cuando llegué a ser hombre, dejé atrás las cuestiones típicas de un niño» (1 Corintios 13:11). Sin embargo, Pablo estaba hablando sobre la madurez espiritual, dándonos a entender que, con el paso del tiempo, en la vida cristiana las cosas también cambian, maduran, se vuelven diferentes.

Al principio somos niños en la fe, pero con el tiempo vamos creciendo en madurez espiritual. Es verdad que la perfecta madurez solamente la tendremos cuando Cristo regrese, cuando vivamos para siempre a su lado en amor en el cielo. Pero aquí y ahora debemos buscar también el crecimiento espiritual. Y si estamos fallando, es tiempo de arrepentirnos y de cambiar. El mismo Cristo nos perdona y renueva nuestra vida.

ORACIÓN: Padre nuestro, ayúdanos a que seamos adultos en la fe en Cristo. Amén.

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