"El pecado"

El pecado ya no tendrá poder sobre ustedes, pues ya no están bajo la ley sino bajo la gracia. ¿Entonces, qué? ¿Pecaremos porque no estamos bajo la ley sino bajo la gracia? ¡De ninguna manera! Romanos 6:14-15El pecado ya no tendrá poder sobre ustedes, pues ya no están bajo la ley sino bajo la gracia. ¿Entonces, qué? ¿Pecaremos porque no estamos bajo la ley sino bajo la gracia? ¡De ninguna manera! Romanos 6:14-15

¡Qué terrible es sufrir de una adicción! ¡Cuánto le cuesta controlarse a la persona adicta! Todo vicio comienza con apenas una dosis pequeña, pero la recuperación es ardua y difícil, y a veces el final puede ser trágico. Algo similar sucede con los demás pecados, porque ellos también pueden convertirse en un vicio o adicción. Cuando cometemos un pecado por primera vez quizás nos pese la conciencia pero, después de algún tiempo, al repetir ese mismo pecado puede que ya no nos parezca tan malo. Con el tiempo, lo que al principio considerábamos como malo, termina convirtiéndose en un hábito aceptable a nuestros ojos.

Sin embargo, lo que está mal sigue estando mal, y sus consecuencias también permanecen. Al contrario de lo que muchos piensan, la voluntad de Dios es solamente una y nunca cambia. Lo que tampoco cambia es la disposición de Dios para perdonar nuestro pecado cuando nos volvemos a él en arrepentimiento. Después de todo, para eso fue que envió a su hijo Jesús al mundo. Fortalecidos, entonces, con la Palabra de Dios, luchemos contra el pecado para que no nos arruine la vida en este mundo y en la eternidad.

ORACIÓN: Gracias Dios, por el perdón diario. Ayúdame a vencer las tentaciones que cada día están delante de mí. En Jesús. Amén.

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