ALIMENTO DIARIO

  • "El anzuelo de Dios"


  • septiembre 23, 2011
  • Porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido. Lucas 19:10Porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido. Lucas 19:10


  • Queridos hermanos en Cristo:

    La historia de la salvación en Jesucristo llega a todo el mundo. Para que los lectores de estas Devociones Diarias puedan ver el poder del Salvador a nivel mundial, hemos pedido a nuestras Oficinas Internacionales que escriban las devociones de los viernes. Oramos para que el Espíritu toque su corazón a través de ellas.

    En Cristo,

    Pastor Ken Klaus,
    Orador The Lutheran Hour
    Cristo Para Todas Las Naciones

    Voy a contarles una historia acerca de Tomas Mukasa, un sacerdote católico del Seminario Gaba en Uganda.

    Thomas era un hombre lleno de alegría y de risas. Como le gustaba mucho la fotografía, a menudo tomaba fotos de las colinas de Kampala que rodeaban el monasterio. Esto fue antes que Kampala se llenara de edificios.

    Un día, el Padre Thomas envió una de esas fotos a un amigo con la siguiente inscripción: «La única foto que se conoce de Dios».

    La foto a color mostraba las siete colinas verdes sobre las cuales está construida la ciudad de Kampala. Arriba del todo, dominando la escena y ocultando al sol poniente, había una grúa inmensa, de esas que utilizan las compañías de construcción para levantar objetos pesados. Parecía como si Dios hubiera suspendido un anzuelo gigante desde el cielo.

    La historia de esa foto siempre me hace sonreír.

    A decir verdad, los creyentes sabemos que Dios puede ser descrito como una Deidad que trata de atraer a los pecadores… siempre esperando, siempre buscando, siempre amando. A través del sacrificio de su Hijo, Dios ha extendido su perdón y su amor a toda la humanidad.

    Ahora Dios está pescando y nos invita a que vayamos a pescar con él… a que seamos «pescadores de hombres».

    Unámonos a él. Echemos la línea al agua y hablemos a los demás acerca del amor, el cuidado, la paciencia y, sobre todo, el sacrificio que Jesucristo hizo en la cruz para abrirnos las puertas de la eternidad.

    ORACIÓN: Dios, gracias por pescarme, por perdonarme, y por liberar mi alma de Satanás. Ayúdame para que cada día comparta con otros la historia de la salvación de tu Hijo. En su nombre. Amén.

    Biografía del autor: Esta devoción fue escrita por Charles I. Bameka, quien fuera el Director de la Oficina de Cristo Para Todas Las Naciones en Uganda.

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