"Yo los llevaré"

Yo los hice, yo los llevaré. Yo los apoyaré y los protegeré. "¿A quién me asemejarán? ¿Con quién me igualarán y compararán? ¿Con quién me harán semejante?" Isaías 46:4b-5Yo los hice, yo los llevaré. Yo los apoyaré y los protegeré. "¿A quién me asemejarán? ¿Con quién me igualarán y compararán? ¿Con quién me harán semejante?" Isaías 46:4b-5

Queridos hermanos en Cristo:

La historia de la salvación en Jesucristo llega a todo el mundo. Para que los lectores de estas Devociones Diarias puedan ver el poder del Salvador a nivel mundial, hemos pedido a nuestras Oficinas Internacionales que escriban las devociones de los viernes. Oramos para que el Espíritu toque su corazón a través de ellas.

En Cristo,

Pastor Ken Klaus,
Orador The Lutheran Hour
Cristo Para Todas Las Naciones

El mes pasado me arriesgué y decidí comenzar mi propio negocio. Estaba muy confiado en que tendría éxito, porque sabía que lo estaba haciendo en un área donde era necesario, donde había suficiente demanda, y en donde tenía muchos contactos. Además, estaba seguro de triunfar ¡porque era yo quien lo estaba haciendo!

Pero tanta confianza no duró más que una semana, pues las personas y las cosas en que el éxito de mi negocio dependía comenzaron a fallar.

Decir que estaba ansioso es poco. En realidad estaba al borde de la depresión. Había estado tan seguro de que inmediatamente iba a triunfar, que sentía como que Dios me había fallado. Mi oración no fue nada agradable.

Pero fue allí cuando me di cuenta que ni siquiera una vez, durante todo el tiempo que había estado planeando la apertura de mi negocio, había consultado mis planes con Dios. Entonces vi con gran claridad que sólo me había acercado a Dios para acusarlo y para quejarme. Era evidente que debía reevaluar la forma en que encaraba los desafíos de la vida.

¿Acaso Dios es Dios sólo cuando tengo problemas? ¿No le corresponde también participar de mis éxitos, de mis planes y ambiciones? ¿Acaso no puedo confiar en que Dios es capaz de hacer que las cosas salgan bien antes que salgan mal? ¿Acaso no creo que Dios quiera ser mi roca y mi refugio, mi sustento en todo tiempo? Después de todo, sólo tengo que mirar a su Hijo en el establo de Belén, en la cruz del Calvario y en la tumba vacía para ver su disposición de hacer todo lo necesario por nosotros.

Por su gracia, Dios ha hecho que esta experiencia me haya servido para crecer espiritualmente. Dios no sólo nos rescata cuando estamos en problemas, sino que también nos sostiene cada día. Él está dispuesto a llevarme en sus brazos junto con todos mis problemas, pruebas, alegrías y éxitos. ¿Con quién, entonces, podré compararlo?

ORACIÓN: Padre celestial, ayúdanos a recordar que tú puedes y quieres cargar todos nuestros problemas, pruebas, alegrías y éxitos. En el nombre de Jesús. Amén.

Biografía del autor:Esta devoción fue enviada por la oficina de Cristo Para Todas Las Naciones en Etiopía.

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