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ALIMENTO DIARIO
Tu palabra es una lámpara a mis pies; ¡es la luz que ilumina mi camino! Salmo 119:105Tu palabra es una lámpara a mis pies; ¡es la luz que ilumina mi camino! Salmo 119:105
El salmista sabía lo que decía cuando escribió que la palabra de Dios es la luz que ilumina nuestro camino. Quienes hemos leído las Escrituras y confiamos en ellas, sabemos muy bien cuánta verdad hay en esa afirmación.
Lamentablemente, no todas las personas piensan lo mismo.
Por ejemplo, una escuela secundaria en California decidió recaudar fondos ‘vendiendo’ ladrillos con los cuales construirían un camino. En cada ladrillo grabarían el nombre y la inscripción que el donante solicitara.
La idea resultó ser un éxito. Tanto, que recibieron donaciones por $45.000 dólares.
Lamentablemente, el proyecto se detuvo cuando dos mujeres contribuyentes solicitaron que, en sus ladrillos, se inscribieran versos bíblicos. Los textos que solicitaron, fueron: «¡Reconozcan el poder de Dios!» (Salmo 68:34); «Nadie puede servir a dos señores» (Lucas 16:13); «Sean bondadosos y misericordiosos y perdónense unos a otros» (Efesios 4:32); «Si Dios está a nuestro favor, nadie podrá estar en contra de nosotros» (Romanos 8:31).
Aparentemente, los textos eran inaceptables. Tan inaceptables, que el concejo directivo de la escuela decidió cancelar el proyecto y devolver el dinero recaudado hasta entonces.
Lo interesante es que ya habían aceptado inscribir citas de otras religiones y filosofías, pero estos textos de la Biblia no pudieron ser aceptados. Lo que significa, mis amigos, que todos salen perdiendo… y eso es muy triste.
Es triste porque es una muestra de prejuicio, es triste porque demuestra una mala interpretación de la ley, es triste porque la Palabra de Dios realmente ilumina los caminos de nuestras vidas. En la Santa Biblia encontramos la historia de la salvación que recibimos a través de nuestro Salvador. Su sufrimiento y sacrificio por los seres humanos nos saca de la oscuridad a la luz, del infierno al cielo.
Eso es algo que esas dos mujeres sabían… pero el concejo directivo de la escuela no.
Probablemente tampoco comprendan lo que Juan, inspirado por Dios, escribió: «Y ésta es la condenación: que la luz vino al mundo, pero los hombres amaron más las tinieblas que la luz…» (Juan 3:19).
ORACIÓN: Señor, oramos para que el Espíritu Santo llegue a los corazones de los incrédulos e ilumine el camino hacia tu verdad. En el nombre de tu Hijo. Amén.
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