ALIMENTO DIARIO

  • "Realidad y ficción"


  • mayo 16, 2011
  • ... está establecido que los seres humanos mueran una sola vez, y después de esto, el juicio. Hebreos 9:27... está establecido que los seres humanos mueran una sola vez, y después de esto, el juicio. Hebreos 9:27


  • El gobierno de los E.E.U.U. había informado que Bin Laden estaba muerto, pero muchos todavía dudaban. Todas las dudas se desvanecieron cuando el mismo Al-Quaida hizo un anuncio diciendo que su líder había muerto.

    Pero, en su afán por tratar de dejar bien al súperterrorista, tal anuncio terminó creando una de las más grandes historias de ficción.
    Por ejemplo, ¿sabía usted que Bin Laden «vivió una vida compasiva…»? Al menos eso es lo que dice el obituario.

    Pero aún hay más.

    El anuncio dijo que Bin Laden murió: «…luego de haber vivido una vida llena de obras y esfuerzos, de determinación y paciencia, de exhortación y jihad, de generosidad y benevolencia, de migración y viajes, de consejos y buen liderazgo, de sabiduría y practicidad».

    Después de todo eso, no me sorprendería si Al-Quaida nomina a su fallecido líder para el premio Nobel de la Paz.

    Sin embargo, la verdad es que, en vida, Bin Laden fue un pecador que, así como dice la carta a los Hebreos , ha vivido, ha muerto, y ha sido juzgado.

    En el día de su juicio no hizo ninguna diferencia lo que usted, yo, o Al’Quaida pensamos acerca de él.

    En ese día, lo único que importó fue lo siguiente: si Bin Laden había recibido un corazón arrepentido que reconocía a Jesús como su Salvador, estaba salvado; si había rechazado el perdón obtenido en la cruz de Jerusalén hace más de 2.000 años, estaba condenado.

    Fe en Jesucristo. Eso es lo que toda persona necesita cuando es llamada a rendir cuentas.

    El ladrón crucificado al lado de Jesús fue salvado por su fe. En cambio el criminal incrédulo fue condenado.

    El hecho que usted esté leyendo esta devoción, probablemente significa que usted conoce esa maravillosa verdad. Pero hay millones que aún no lo saben. Es nuestro privilegio hablarles acerca del Salvador crucificado y resucitado.

    Sólo la fe en el Hijo de Dios, y no unas palabras en un obituario increíblemente creativo, pueden transformar un alma pecadora y llevarla del infierno al cielo para vivir eternamente.

    Fe en el hijo de Dios puede hacer que un asesino se vuelva en testigo poderoso de la gran misericordia de Dios. Pregúntele a San Pablo, y él le dirá que es verdad.

    ORACIÓN: Señor, te doy gracias por mi fe en el Redentor otorgada por el Espíritu. Te pido por los millones de personas que aún no te conocen. Permite que vean las maravillas de tu amor, y la grandeza del sacrificio del Salvador crucificado y resucitado. En su nombre. Amén.

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