Estudios Bíblicos
Nosotros la Iglesia—El sacerdocio de todos los creyentes
Historia de la LCMS
Estudio bíblico en video (doblado al español) de varias partes sobre la doctrina luterana y el Sínodo de Missouri.
Dr. Lawrence Rast
SEMINARIO CONCORDIA FT. WAYNE
En el otoño del año 1838, cinco barcos zarparon de Alemania bajo la guía del pastor Martín Stephan. Stephan había causado un impacto enorme en Alemania proclamando el Evangelio de Cristo de acuerdo a la Escritura y las Confesiones Luteranas.
Rev. Mike Newman
FACILITADOR DE MISION DEL DISTRITO DE TEJAS
En esos barcos iban alrededor de 700 pasajeros que viajaban en busca de la libertad religiosa, pues la Iglesia de Sajonia estaba mezclando la teología racionalista con la teología luterana confesional.
Rast: El racionalismo ponía como maestro a la razón humana, quien determinaba lo que era verdadero y falso, incluso con respecto a las Escrituras.
Newman: Y había muchas personas e iglesias que ya no lo soportaban más, y querían tener libertad religiosa. Algunos hasta fueron arrestados por desobedecer a la iglesia estatal. Otros no pudieron encontrar llamados pastorales. Estaban a la merced de las personas que estaban en su contra. Por lo tanto, se embarcaron rumbo a Nueva Orleans, donde llegaron en enero de 1839.
Dr. William Schumacher
SEMINARIO CONCORDIA ST. LOUIS
Muchos pastores encontraron Consuelo y guía spiritual en Martín Stephan. Uno de ellos fue un joven pastor de 20 años, Carl Ferdinand Wilhelm Walther, más conocido como C.F.W. Walther. Los cristianos sajones en esos barcos estaban buscando libertad — pero no libertad política, sino libertad religiosa: libertad para vivir su fe. Sin embargo, terminaron cambiando una clase de opresión por otra.
Rast: Cuando se preparaban para llegar a los Estados Unidos, eligieron a Stephan como Obispo. No sabemos si lo obligaron, o si lo hizo voluntariamente. Quizás haya habido un poco de ambos. Sin embargo, una vez que eso fue hecho, su carácter cambió y todos comentaron cómo el antes carismático y abierto Stephan se había vuelto cerrado y tirano. Esto se expresaría más profundamente en la "Promesa de Subordinación" a Stephan, en la que los inmigrantes prometieron obedecerle en todas las cosas, tanto espirituales como temporales, dándole poder total sobre sus vidas.
Schumacher: La mayoría de la colonia se quedó en St. Louis, pero en forma temporaria. El plan era mudar a toda la comunidad hacia el sur, a una zona más remota. Cerca de 100 miembros viajaron al sur, al Condado Perry, para comenzar a cultivar la tierra que habían comprado.
Rast: Sin embargo, en poco tiempo surgieron alegatos contra Stephan por malversaciones financieras y, peor aún, por relaciones inapropiadas con mujeres, que lo llevaría a la ruina. La congregación lo excomulgó, lo exilió de la comunidad, y lo mandó al estado de Illinois al otro lado del río Mississippi.
Schumacher: Pero quitar al Obispo no termina con todos los problemas. Dado que habían basado la legitimidad de su inmigración en su lealtad a Martín Stephan y su teología, su remoción causó una gran crisis.
Rev. Dr. Gregory Seltz
ORADOR DE LA HORA LUTERANA®
El grupo estaba devastado. Habían perdido la confianza en sus pastores. Se sentían desconectados y de la iglesia madre en Alemania. Los pastores renunciaban. Algunos lamentaban haber venido a América, y otros se preguntaban si no debían regresar a Europa. Un año después que Stephan fuera exiliado, Walther, lleno de culpa por lo que estaba sucediendo, escribió una carta a su hermano Otto, quien era pastor en la iglesia Trinity en St. Louis, diciendo: "Cada mirada triste de un miembro es para mí como un acusador delante de Dios; mi conciencia me echa la culpa por todos los matrimonios que se han deshecho; me llama de secuestrador, de ladrón de los ricos, de asesino de quienes murieron en el mar y de los muchos afligidos." C. F. W. WALTHER. Walther había sido pastor en Dresden y en Johannesburgo. Y debido a problemas de salud y financieros ya que los miembros no le tenían confianza, había renunciado y se había ido a vivir con su cuñado, el Pastor Kyle, para recuperarse. Allí leyó la Escritura, Lutero, las Confesiones y otros eruditos luteranos, para determinar si los sajones eran en realidad una iglesia, o no.
Schumacher: Franz Marbach, un abogado miembro de la comunidad, discutió públicamente que toda la idea de emigrar había sido un error y que se habían separado en forma ilegítima de la iglesia de Sajonia, por lo que en realidad no eran una iglesia sino, más bien, una secta.
Rast: En medio de toda esa confusión, Marbach dijo: "Debemos solucionar este asunto", y propuso un debate entre él como abogado, y Walther como clérigo. Uno de los puntos básicos de tal debate fue: "¿Somos nosotros una iglesia?"
Seltz: Tal debate se llevó a cabo en abril de 1841 en la Facultad de la Cabaña de Troncos, es uno de los debates más importantes en el luteranismo americano, porque en él estuvo en juego la vida o muerte de lo que hoy conocemos como la Iglesia Luterana del Sínodo de Missouri. Walther estaba pronto. Y llegó a la conclusión...
Newman: ... ... que la iglesia no es iglesia porque un Obispo así lo diga, o porque alguna autoridad eclesiástica declare que sea la iglesia.
Schumacher: La iglesia es el conjunto de creyentes en Cristo reunidos alrededor de la predicación del Evangelio y la administración del Sacramento. Aun si son sólo dos o tres reunidos alrededor del Evangelio, eso es iglesia. Y el Espíritu obra creando y sosteniendo la fe en esas personas.
Newman: Así es que Walther vio que incluso ese grupo incoherente y estresado de sajones, era en verdad la iglesia, la iglesia de Dios, con todas las bendiciones, beneficios y privilegios de la iglesia de nuestro Señor Jesucristo.
Schumacher: Walther ganó el debate, y hasta convenció a su oponente, el mismo abogado Marbach llegó a admitir que la iglesia en verdad existía, incluso entre ese grupo inusual de emigrantes sajones.
Dr. Rick Marrs
SEMINARIO CONCORDIA ST. LOUIS
Walther se dio cuenta que la iglesia no eran los obispos o la jerarquía, sino el sacerdocio de todos los creyentes. Y eso fue lo que inculcó en el ADN de la Iglesia Luterana del Sínodo de Missouri, para que la personas—los laicos—se dieran cuenta que eran ellas quienes llamaban a sus pastores, y quienes debían guiar a otros a Cristo. Él ganó el debate con Marbach, y eso ayudó a estimular una manera nueva de pensar acerca de la iglesia.
Seltz: Luego del debate, Walther aceptó un llamado como pastor de la iglesia Trinity en St. Louis. Al año, predicó un sermón titulado "Llevando almas a Cristo: el deseo y obligación de todo cristiano". En él dijo: "El cristiano mira a su prójimo con tristeza cuando sabe que este no conoce el Evangelio... A través de la fe, el cristiano recibe como obligación sagrada el deseo santo de llevar a las almas a Cristo. Nadie debería decir: 'No soy pastor, maestro o predicador; que ellos enseñen, instruyan, consuelen y lleven las almas a Cristo. Yo deseo mantenerme en mi propia vocación.' No. Cristiano, a través del Santo Bautismo, has sido llamado y ungido para ser un sacerdote de Dios. La iglesia cristiana es una gran casa de misión. Y cada uno de sus cristianos es un misionero enviado por Dios a su propio círculo para convertir a otros a Cristo." C.F.W. Walther
Schumacher: Los laicos de la congregación de Walther en St. Louis no eran observadores pasivos, sino participantes activos, incluso en cosas teológicas. No siempre concordaban con lo que el pastor decía, sino que a veces le presentaban objeciones. Federico Lochner dijo que Walther contestaba en forma suave y razonable, como si toda la congregación estuviera formada por teólogos.
Seltz: El 26 de abril de 1847, 12 pastores representando 14 congregaciones se reunieron en Chicago y firmaron la constitución. Así comenzó la Iglesia Evangélica Luterana de Missouri, Ohio y Otros Estados. Eso fue el resultado de toda una iglesia, trabajando unida, para llevar el Evangelio a una nación en crecimiento.
Newman: En sus comienzos, los miembros de la Iglesia Luterana del Sínodo de Missouri hacían evangelismo. Las familias formaban iglesias en sus hogares y luego buscaban pastores que les sirvieran. En esa época, la inmigración era tremenda. De hecho, entre 1845 y 1895 vinieron a los Estados Unidos cerca de 4 millones de alemanes. Este era un vasto campo misional. Y, contrario a lo que algunos creían, muchos de esos inmigrantes alemanes no eran ni luteranos ni cristianos. Muchos se habían alejado de la fe o ya no tenían fe. Por lo que la orden del día para el Sínodo de Missouri era evangelizar, llevar el Evangelio a los necesitados.
Rast: Ninguna otra iglesia en ese tiempo creció tanto como el Sínodo de Missouri. Y ello se debió, en gran parte, al evangelismo enérgico de los laicos de nuestra iglesia.
Seltz: A partir de 1850 el Sínodo agregaba una congregación cada dos o tres días. De hecho, antes de morir en 1887, en sus últimos 40 años de vida, Walther vio al Sínodo crecer de 14 a casi 2.000 congregaciones. En la última década de 1800, la población de los Estados Unidos creció un 17 por ciento, mientras que la del Sínodo creció en un 27 por ciento.
Newman: El AND de este movimiento del Evangelio estaba encarnado en la Iglesia Luterana del Sínodo de Missouri desde el principio. De hecho, la teología pastoral de Walther fue recopilada en un libro en 1972. En ella, Walther dijo que la razón de la iglesia era "compartir el Evangelio de Jesucristo con otros." Dijo: "Su propósito, dijo, como el de toda teología, consiste en guiar al pecador a la salvación a través de la fe."
Schumacher: Hacia finales del 1800, el Sínodo de Missouri se involucró en misiones en el exterior, evangelismo entre ex esclavos en el sur del país y misiones urbanas en las cada vez más grandes ciudades. Pero el medio principal para hacerlo era el alemán. Los inmigrantes alemanes constituían el grupo de nuevos estadounidenses que llegaban cada semana al país, al punto que el alemán era la segunda lengua más hablada. Algunos especulaban que, si se seguía así, Estados Unidos se iba a convertir en un país alemán. Pero también se hablaban otros idiomas. Había inmigrantes de otras partes de Europa, y también había luteranos que hablaban inglés. En 1870 se había organizado el Sínodo Evangélico Luterano Inglés, que se encargaba de realizar misión entre los americanos de habla inglesa. Y pronto, todo el Sínodo, tanto de habla inglesa como alemana, enfrentaría un cambio dramático.
Rast: El comienzo de la Primera Guerra Mundial en 1914, puso al Sínodo de Missouri en una situación muy difícil.
Schumacher: Estados Unidos no se involucraron en seguida, pero el recelo contra Alemania comenzó a crecer, y las cosas cambiaron radicalmente para los inmigrantes alemanes en este país.
Rast: Las dificultades de ese tiempo fueron muchas: la epidemia de gripe de 1918, los grandes cambios culturales que se estaban dando en todas las áreas de la vida. Y mientras el Sínodo luchaba por encontrar su camino en medio de ellas, en 1919 registró su primera pérdida de miembros. En el año 1921 cambiaron las leyes de inmigración y ahora, en vez de entrar un millón de inmigrantes por año, llegaban alrededor de 150.000, y los inmigrantes alemanes eran vistos como los menos deseables.
Schumacher: Ese cambio en la inmigración, combinado con la migración a las ciudades, la cada vez menor tasa de natalidad y el cambio en los valores morales, produjeron la tormenta perfecta que detuvo el crecimiento del Sínodo.
Seltz: El número de iglesias nuevas en el Sínodo bajó drásticamente. De pronto, el crecimiento del Sínodo pasó a ser menor que el de la población. Todo estaba cambiando. La gente se preguntaba hasta cuándo, y cómo iba a hacer esta iglesia de y para inmigrantes, para ajustarse a un entorno radicalmente diferente.
Newman: Es interesante leer lo que los líderes del Sínodo escribieron entre 1917 y 1937, al leer lo que escribieron queda bien en claro que no se dieron por vencidos, no se apartaron de la verdad bíblica que amaban y atesoraban, y no dejaron de poner énfasis en alcanzar las almas perdidas para Cristo.
Marrs: El Dr. Fritz dice: "Un misionero luterano que sólo busca ex luteranos o personas de cierta nacionalidad, como los de origen alemán, no está haciendo su labor misionera de acuerdo a las instrucciones explícitas de su Señor. Cristo, quien murió por todos, quiere que llevemos su Evangelio de salvación a todos."
Seltz: Al abrigar temores y resistir los cambios, eran algo impensable para el Sínodo. Y Fritz no estaba hablando sólo de pastores. Dijo: "No sólo las juntas de misión, pero cada congregación cristiana, cada pastor y cada cristiano debe estar atento a nuevos campos misionales." ¿Qué quiso decir? Lo mismo que en la época de Walther: la iglesia, el sacerdocio de todos los creyentes, pastores y laicos juntos en misión. Ese fue el lenguaje de esa época que respondió a los desafíos de ese momento. Como Sínodo se habían estancado; la cultura estaba en su contra. Creían que sabían cómo llegar a las personas, pero ahora todo había cambiado. ¿Qué hicieron? No se replegaron, sino que continuaron siendo la iglesia, con una visión más amplia.
La Hora Luterana. Llevando a Cristo a las naciones.
Dr. Paul Maier - PROFESOR EMÉRITO DE HISTORIA ANTIGUA — WESTERN MICHIGAN UNIVERSITY
La Hora Luterana comenzó a salir al aire los jueves a las 10 de la noche en CBS, en medio del horario de entretenimiento, justo después del programa "La Sombra" — Entonces los ejecutivos de CBS dijeron: "No es posible. ¡No podemos un programa religioso en medio de este show!" Así que le dijeron al orado, el Dr. Maier, mi padre, que tendría que acortar su sermón a un tercio del programa. Mi padre se negó, porque predicar el Evangelio era el propósito de La Hora Luterana. Es entonces, faltando pocos minutos, decidieron que La Hora Luterana así al aire. Y resultó que la primera serie fue un éxito sorprendente. La CBS en Nueva York recibió más cartas que el show más famoso del momento. Entonces le dijeron al Dr. Maier que, debido a su éxito, podía predicar tanto como quisiera. Mi padre tenía un dicho famoso: "Queremos utilizar cada estación disponible en la tierra para proclamar el Evangelio eterno de Cristo." Y el resultado, por supuesto, fue un crecimiento tremendo. Cada día se iban agregando más estaciones. Cuando mi padre murió en 1950, La Hora Luterana era transmitida en 1.236 estaciones a 120 países, en 36 idiomas diferentes: una especie de milagro misionero. La audiencia se estimaba en 20 millones. Casi medio millón de cartas llegaban a las oficinas de La Hora Luterana. El promedio para la industria en esta época era que una persona de cada 40 oyentes escribiera, así que hagan la cuenta. Fue un éxito magnífico. Y pronto, la Iglesia Luterana del Sínodo de Missouri comenzó a conocerse como "La Iglesia de La Hora Luterana".
Newman: Cada tres días y medio se plantaban iglesias nuevas. Las iglesias patrocinaban talleres de predicación y de enseñanza, a la vez que evangelizaban en los barrios. Así se conectaban con familias, amigos y vecinos. Y lo más significativo de ese tiempo de auge de la iglesia, es que muchas de esas personas con las que se conectaban no eran de la iglesia, sino que estaban recibiendo el mensaje del Evangelio y regresando a ella.
Los fundadores del Sínodo fueron movidos por el amor de Dios a convertirse en la iglesia revelada en las Escrituras. Asumiendo el sacerdocio de todos los creyentes y llevando adelante su tarea como obreros en el campo de Dios, evangelizaron en el Nombre del mismo espíritu que el de los seguidores de Cristo en el libro de Hechos, cuando declararon: "No podemos dejar de hablar acerca de lo que hemos visto y oído."
Newman: Este ADN fue pasado a través de los esfuerzos vibrantes de discipulado en el Sínodo. Un gran ejemplo lo tenemos en las escuelas luteranas, que fueron el corazón del discipulado dentro de la Iglesia Luterana del Sínodo de Missouri. Sus alumnos recibieron ese ADN tradicionalmente agresivo que es tan característico de nuestra iglesia. Además de recibir una educación sin par desde la escuela primaria hasta el seminario, cada estudiante aprendía también cómo ser misionero.
Schumacher: Muchas cosas buenas estaban ocurriendo. La Liga Walther formaba y enviaba a muchos jóvenes al ministerio. La Liga de Laicos Luteranos proveía una herramienta efectiva de evangelismo no sólo en el Sínodo, sino también en el país. La Liga Misional de Damas Luteranas apoyaba la misión y el evangelismo. Pero después de 1972, los números del Sínodo comenzaron a declinar.
Rast: Todo pareció cambiar en los años 60 y 70. Es casi imposible señalar una sola causa. Sin embargo, en el caso del Sínodo de Missouri, es incuestionable que una de las causas principales de la pausa en el crecimiento fue la controversia teológica.
Schumacher: Ideas fuera del luteranismo, de aproximaciones histórico-críticas contemporáneas a la Biblia, comenzaron a influenciar al Sínodo y a ser enseñadas en el seminario.
Rast: Tal controversia tuvo que ver con las Escrituras: ¿es la Biblia la Palabra de Dios, o simplemente contiene la Palabra de Dios? ¿Qué es el Evangelio? Estos son temas teológicos centrales y de suma importancia. 36
Marrs: Cuando el presidente del Sínodo removió como presidente del seminario a John Tietjen, la mayoría de la facultad y de los estudiantes también abandonaron el seminario.
Rast: En el año 1976, ese grupo formaría la Asociación de Iglesias Evangélicas Luteranas (AELC). A esa altura, en el Sínodo de Missouri, pensamos que los problemas se habían acabado. Pero, en realidad, lo que no hicimos fue volver a captar el sentido vigoroso de misión que había caracterizado a nuestra iglesia desde su fundación. Esto nos puso en una postura muy defensiva. Lo que por tanto tiempo habíamos hecho tan bien, ahora se había vuelto de alguna manera secundario. Además de los problemas internos que la iglesia experimentaba, ciertos factores externos estaban cambiando el paisaje del cristianismo en los Estados Unidos.
Marrs: Las familias estaban teniendo cada vez menos hijos. A nivel de la sociedad había un rechazo a lo institucional que hacía que las personas desconfiaran hasta de las iglesias. Las relaciones entre las razas estaban tensas, y nosotros todavía éramos esta iglesia blanca que no había llegado a los afro americanos u otros grupos étnicos. Había un movimiento juvenil importante, y nosotros éramos una denominación que envejecía.
Rast: Las cosas cambiaron en cada aspecto de la cultura norteamericana. Y la iglesia simplemente no estaba preparada para cambios tan drásticos y la velocidad con que ocurrieron.
Seltz: En forma similar a lo ocurrido a comienzos del siglo anterior, los desafíos produjeron otra tormenta perfecta que desencadenó el declive del Sínodo de Missouri. Nos preguntamos: ¿Qué podemos hacer? ¿Qué pueden hacer nuestras congregaciones para impulsarnos hacia adelante una vez más?
Kurt Buchholz - PRESIDENT & CEO DE LUTHERAN HOUR MINISTRIES
La respuesta está donde siempre ha estado con Jesucristo y su mensaje de salvación, y en el hecho que él nos ha llamado a cada uno de nosotros a compartir su Evangelio en nuestras vidas, y en nuestro trabajo, y en nuestras familias.
Newman: Si miramos en las Escrituras, vemos una y otra vez a personas en desventaja, para quienes las cosas no pintan bien, pero que aun así prevalecen por la gracia de Dios en Jesucristo. Y de eso necesitamos aferrarnos.