Para El Camino
"Las sorprendentes dinámicas de Dios"
Presentado el 19 de diciembre
Rev. Dr. Hector Hoppe
© 2024 Cristo Para Todas Las Naciones
TEXTO: Lucas 1:39-45
Por esos mismos días, María fue de prisa a una ciudad de Judá que estaba en las montañas. Al entrar en la casa de Zacarías, saludó a Elisabet. Y sucedió que, al oír Elisabet el saludo de María, la criatura saltó en su vientre y Elisabet recibió la plenitud del Espíritu Santo. Entonces ella exclamó a voz en cuello: «¡Bendita eres tú entre las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre! ¿Cómo pudo sucederme que la madre de mi Señor venga a visitarme? ¡Tan pronto como escuché tu saludo, la criatura saltó de alegría en mi vientre! ¡Dichosa tú, que has creído, porque se cumplirá lo que el Señor te ha anunciado!»
Comenzamos esta reflexión bajo la bendición de Dios Padre, Hijo, y Espíritu Santo. Amén.
¿Te imaginas si el mundo fuera mejor de lo que es? ¿A quién no le gustaría que así fuera? Las cosas se ven tan mal en nuestro universo, que cualquier cosa buena ya sería un gran logro. ¿Cómo te imaginas un mundo sin conflictos? Es ciertamente muy difícil imaginarlo, porque no tenemos experiencia en una vida sin conflicto. ¿Qué conflictos te afligen en este momento? ¿Un desacuerdo fuerte en tu familia, situaciones incómodas en tu trabajo, una adicción que no logras controlar? Podríamos hacer una larga lista de las cosas que nos gustarían que fueran diferentes. ¿Te imaginas si fuera posible hacer cambios para bien?
Durante las diferentes etapas de nuestra vida nos imaginamos cosas que nos gustaría lograr, y a edad bien temprana nos imaginamos muchas cosas que tal vez a nadie se le hubieran ocurrido y que, a veces, son un tanto descabelladas. Así es la imaginación. Nos hacemos imágenes en nuestra mente que no siempre están aparejadas con la realidad. Con la imaginación nos vamos a cualquier parte del mundo a disfrutar unas vacaciones que solo existen en nuestra mente. Con la imaginación nos escapamos de situaciones que nos esclavizan. La imaginación puede ser muy creativa y llevarnos a lograr cosas que para algunos pueden ser "inimaginables". "¿Quién se hubiera imaginado que esto iba a pasar?", decimos ante lo casi inexplicable.
Hay momentos en que me imagino lo que pasaría si Dios hiciera las cosas a mi manera, porque lo que veo en el mundo a veces es muy contradictorio. Hay tanto sufrimiento en todas partes: niños con hambre, poblaciones enteras sin agua potable, epidemias e injusticias de todo tipo, grupos radicales que en su fanatismo desestabilizan a medio mundo, incluso a los cristianos. ¿Por qué no obra Dios en una forma un poco más drástica para eliminar todas estas injusticias? A veces pensamos que Dios llega demasiado tarde al rescate. Pero lo cierto es que nuestra imaginación no nos presenta una imagen fiel de quién es Dios. En cuanto a las cosas divinas y eternas, nuestra imaginación solo puede ser descabellada, y por más creativa que sea, no nos conduce a ninguna parte. Solo desfigura la realidad.
En los primeros capítulos del Evangelio de Lucas vemos que Dios hace cosas inimaginables, cosas que escapan a nuestra más absurda imaginación y que confirman que Dios es contradictorio respecto a nuestras formas de ver las cosas.
Zacarías y Elisabet, los ahora futuros papás de Juan el Bautista, siendo ancianos no se imaginaban que Dios todavía podía, en esa etapa de su vida, hacer el milagro de darles descendencia. Con Zacarías y Elisabet Dios hizo cosas inimaginables para la mente humana. Elisabet quedó embarazada y se recluyó en su casa para saborear esa etapa de su vida que había esperado por muchos años. En esa cultura, cualquier mujer recién casada se imaginaba estar rodeada de niños desde temprano en su vida matrimonial. Pero para Elisabet no fue así. Ese deseo solo se cumplió en su ancianidad.
Una parienta muy jovencita de Elisabet, que estaba haciendo planes para casarse con José, se imaginaba más o menos lo mismo: una vida tranquila en un pueblito en las montañas de Galilea, criando hijos. Pero de pronto se encuentra embarazada sin intervención de ningún hombre. Se le complicaron los planes a María, y seguramente su imaginación era un torbellino. ¿Cómo funcionarían las cosas a partir de ahora?
María va a Judea a visitar a su parienta anciana embarazada. Entra en la casa de Zacarías, saluda y el Espíritu Santo entra en acción y llena con la plenitud de Dios a Elisabet. El bebé Juan salta de alegría por esta acción de Dios. ¿Quién se hubiera imaginado esta escena? ¿Quién se hubiera imaginado que Dios se presentara en este mundo a través de una anciana y una adolescente, y las dos embarazadas en forma milagrosa? Mi imaginación se queda corta ante la acción de Dios.
Con esos dos embarazos comienza la historia más inimaginable: Dios viene al mundo y se hace carne. Nacerá como ser humano, dependerá del cuidado de su madre adolescente y su ministerio será anunciado por su pariente Juan el Bautista. El plan de Dios es perfecto, aunque a nosotros nos parezca contradictorio. El Dios creador del universo, el más potente y sabio del mundo que no puede ser vencido por nada ni por nadie, se hace ser humano, se deja arrullar por sus papás, se deja educar en la fe de sus padres, se somete a la ley divina, ¡su propia ley! ¿Quién se hubiera imaginado algo así?
Dios obra la salvación del mundo a su manera, en sus tiempos y usando los medios que él mismo se propuso usar desde la eternidad.
¿Te imaginaste alguna vez que Juan el Bautista y Jesús se iban a encontrar por primera vez estando aún en el vientre de sus madres? ¿Y que el Espíritu Santo los iba a envolver a todos? El poder y la sabiduría de Dios vino en su plenitud a estas dos mujeres y al fruto de sus vientres. Y a partir de este momento comenzamos a ver cuán meticulosamente Dios tenía pensado el plan de salvación para toda la humanidad. Casi parece como que Dios está entrando al mundo a escondidas. Pero, así como a medida que pasa el tiempo ningún embarazo puede pasar desapercibido, Dios no viene al mundo para pasar desapercibido o jugar a las escondidas: Dios viene al mundo para revelar su gracia a todo hombre y mujer de todos los tiempos.
Lo que está sucediendo en casa de Zacarías entre María y Elisabet no es ninguna casualidad, sino el cumplimiento de las promesas de Dios hechas muchos siglos antes a la humanidad, y más específicamente al pueblo de Israel. Con estos dos bebés Dios comienza a cumplir su promesa de salvación. No es casualidad que el Espíritu Santo haya venido en plenitud a Elisabet y a su niño en el vientre. Cuando el ángel le anunció a Zacarías que él y su esposa anciana iban a tener un hijo, le dice: "Será un hombre muy importante... y tendrá la plenitud del Espíritu Santo desde antes de nacer. Él hará que muchos de los hijos de Israel se vuelvan al Señor su Dios" (Lucas 1:15-16).
Llegado el tiempo, Juan el Bautista comenzó a predicar el arrepentimiento para perdón de los pecados, y mediante el poder del Espíritu Santo denunció los pecados del propio pueblo de Dios. ¡Vaya ministerio! Jesús anunció que la tarea del Espíritu Santo es convencer al mundo de pecado, de justicia y de juicio (Juan 16:8). El Espíritu Santo, que vino a Juan en el vientre de su madre, hizo la magnífica tarea de mostrar al mundo el pecado que lo condena.
Parece mentira que en nuestra mente imaginamos maneras de hacer de este mundo un mejor lugar para vivir. Pero para reconocer verdaderamente cuán infectados estamos con el pecado mortal, necesitamos que el Espíritu Santo nos predique el arrepentimiento. Solo por medio del Espíritu Santo nos damos cuenta por qué la humanidad está tan cargada de maldad y discordia.
Y en cuanto Juan terminó su ministerio de preparar el camino del Señor, Jesús entra en acción y comienza a predicar el arrepentimiento y el perdón de los pecados. A pesar de ser Dios, Jesús también está lleno del Espíritu Santo. Él también hizo cosas inimaginables: caminó sobre el agua, resucitó muertos, calmó tormentas, expulsó demonios con solo tocar a alguien o con tan solo decir una palabra.
Pero lo más inimaginable que hizo fue someterse a un juicio injusto. El Señor de toda autoridad se sometió a las autoridades que le habían robado la libertad a su pueblo y se dejó prender por una banda de personas que vinieron a él con palos y espadas y que luego le flagelaron la espalda a latigazos y le lastimaron la cabeza con espinas. Se burlaron de él, lo escupieron, le pusieron una cruz sobre los hombros hasta que no pudo levantarse y luego lo colgaron de esa cruz. Y allí murió. ¿Dónde estaba Dios en esos momentos? ¿Jugando a las escondidas? ¿Qué contradicción es esta, que el Creador todopoderoso sufra a merced de sus propias criaturas? Dios estaba haciendo lo inimaginable, estaba ocupando tu lugar y el mío en el juicio y en la muerte. De esta forma, si crees que Jesús murió en tu lugar para pagar el castigo de tu pecado, ya no tienes que enfrentar el juicio y la ira divina, sino que Dios te concede el perdón completo de tus pecados.
El incipiente comienzo de la historia de la salvación en el vientre de María llega a su clímax cuando Jesús se levanta victorioso de la muerte para abrirnos a ti y a mí el cielo eterno. ¡Jesús desafía la imaginación humana más atrevida!
¿Queremos un mundo mejor? Traigamos a otros a Jesús o llevemos a Jesús a otras personas. Él sabe hacer cosas que nosotros ni siquiera imaginamos que pueden ser posibles. ¿Quieres una vida mejor para ti? El Espíritu Santo también viene a todos los que son llamados a ser hijos de Dios mediante la fe. Es el Espíritu Santo el que nos mantiene en línea, el que nos convence de nuestro pecado. Es el Espíritu Santo, ese mismo que vino sobre María y Elisabet, el que viene a nosotros mediante la Palabra de Dios para mostrarnos a Jesús y su obra de gracia. ¿Qué más tendrá planeado hacer con nosotros el Espíritu Santo? No lo sabemos. ¡Pero seguramente será algo que irá más allá de nuestra más descabellada imaginación!
¿Hay partes de tu vida que son contradictorias, que te confunden o desorientan? Mira al Cristo crucificado y resucitado. Escucha su invitación de ir a él. Él te dará la fe necesaria para afirmarte en la gracia y el amor de Dios.
Estimado oyente, si de alguna manera podemos ayudarte en tu camino de fe, o si quieres información de cómo y dónde conectarte con una iglesia cristiana, a continuación te diremos cómo comunicarte con nosotros en Cristo Para Todas Las Naciones. Amén.