"Hasta la meta"
Después de que murió Herodes, un ángel del Señor se apareció en sueños a José en Egipto, y le dijo: «Levántate, toma al niño y a su madre, y regresa a Israel, porque los que querían matar al niño han muerto ya.» Entonces José se levantó y llevó al niño y a su madre de regreso a Israel. Cuando supo que Arquelao reinaba en Judea en lugar de su padre Herodes, tuvo temor de ir allá, pero en sueños fue advertido y se dirigió a la región de Galilea (Mateo 2:19-22).
En los Juegos Olímpicos de México de 1968, muy atrás en la carrera estaba John Stephen Akwhari de Tanzania. Después de haber corrido 30 kilómetros, Akwhari cayó al suelo. A pesar de las lesiones que tenía en las piernas, se niega a abandonar la carrera. Una hora después de que el ganador terminara, Akwhari cruza la meta final. Cuando un periodista le preguntó por qué no se había rendido, dijo: "Mi país no me envió a empezar la carrera, sino a terminarla."
Se me ocurre que quizás José, entre tantas pruebas e incertidumbres, en algún momento pensó "ya no puedo más", pero en su corazón sabía que tenía que cumplir con el propósito de Dios. José fue el campeón de la carrera como padre y protector de Jesús. ¿Cómo lo logró? A través de su relación de confianza y obediencia total hacia Dios.
Que el ejemplo de José nos sirva para llevar adelante los propósitos de Dios, corriendo con fe la carrera hasta el final porque Dios no entregó a Su Hijo para que solamente la empezáramos, sino para que la terminemos.
Querido Jesús, a veces la vida es difícil. Ayúdanos a mantener nuestros ojos en ti y a correr la carrera que tenemos por delante, sabiendo que somos tuyos y que tú estás con nosotros siempre. Amén.
Para reflexionar:
* ¿Qué situaciones te hacen flaquear y te apartan del propósito de Dios para tu vida?
* ¿Qué puede ayudarte a fijar tus ojos en Jesús en medio de tus dudas y temores?
Diaconisa Perla Rodriguez
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