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"Aferrados a sus promesas"
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En Jerusalén vivía un hombre justo y piadoso, llamado Simeón, que esperaba la salvación de Israel. El Espíritu Santo reposaba en él y le había revelado que no moriría antes de que viera al Ungido del Señor. Simón fue al templo, guiado por el Espíritu. Y cuando los padres del niño Jesús lo llevaron al templo para cumplir con lo establecido por la ley, él tomó al niño en sus brazos y bendijo a Dios con estas palabras: «Señor, ahora despides a este siervo tuyo, y lo despides en paz, de acuerdo a tu palabra. Mis ojos han visto ya tu salvación (Lucas 2:25-30).
Con mucha anticipación, como un padre espera a su recién nacido, Simeón esperaba al Ungido del Señor. Al ver a Jesús, las Escrituras nos dicen que "él tomó al niño en sus brazos y bendijo a Dios ...". Imagínense la escena: un anciano acunando a un recién nacido entre sus brazos frágiles y luego, ante el asombro de sus padres, entra en cántico de alabanza. Simeón se sintió abrumado por la alegría y el júbilo. ¿Por qué? Porque la promesa de Dios se había cumplido. Porque en sus brazos, ante sus ojos, tenía y veía la salvación de Dios. ¡El Mesías prometido finalmente había llegado!
Aunque había sido una larga espera, Simeón se había aferrado a las promesas de Dios. Él nunca dudó y por ende pudo morir en paz: "Señor, ahora despides a este siervo tuyo, y lo despides en paz, de acuerdo a tu palabra" (Lucas 2:29). El gozo de Simeón fue como ningún otro porque nunca perdió la esperanza. De la misma manera nosotros, como Iglesia, nos aferramos a las promesas de Dios, creyendo y compartiendo la esperanza que tenemos en nuestro Salvador, "Porque la promesa es para ustedes y para sus hijos, para todos los que están lejos, y para todos aquellos a quienes el Señor nuestro Dios llame" (Hechos 2:39).
Padre, nos asombra el testimonio de Simeón. Danos la misma esperanza, alegría y gozo que él tuvo mientras esperamos por la segunda venida de nuestro Salvador. Amén.
Para reflexionar:
* ¿De qué manera esperas la segunda venida de Jesús?
* ¿Qué sientes ante la noticia del regreso de Jesús?
Diaconisa Perla Rodriguez
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