"Sin justicia no hay paz"
Porque un niño nos ha nacido, ¡un hijo nos ha sido concedido! Sobre sus hombros llevará el principado, y su nombre será «Consejero admirable», «Dios fuerte», «Padre Eterno» y «Príncipe de paz» (Isaías 9:6).
¿A quién le ha nacido un niño? ¿A quién se le concedió un niño? De Isaías mismo sabemos que una virgen "concebirá, y dará a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emanuel" (Isaías 7:14). Sabemos que un hijo no nace de una acción comunitaria. Sin embargo, en este caso, el Niño que nace de la virgen será un hijo nacido para la comunidad. En Jesús, Dios nos concedió a su Hijo divino y lo hizo nacer como hombre. Ahora, sobre ese Dios-hombre, "reposará... el espíritu de sabiduría y de inteligencia; el espíritu de consejo y de poder, el espíritu del conocimiento y de temor del Señor" (Isaías 11:2).
En forma divina y humana Dios nos concedió a su propio Hijo. Ese Hijo nos fue dado a nosotros, la comunidad pecadora, la que está perdida, la que se alejó de Dios y lo declaró su enemigo. Como comunidad pecadora, no podíamos concebir un Hijo santo, mucho menos un Rey santo que practicara la justicia y pusiera al mundo en paz. Solo Dios podía hacer eso.
Los títulos que recibe el santo Hijo de Dios son los de los reyes y faraones en sus coronaciones. En este caso, Isaías anuncia que el Hijo del linaje real tendrá la sabiduría de Salomón, la bravura y la piedad de David y las grandes virtudes de Moisés y los patriarcas. Se necesitaba un Hijo así para traer la paz.
Jesús nació para ser el Cristo, el ungido, el Dios fuerte y el Príncipe de paz. Cuando muchos años más tarde se cumplió esta profecía, Jesús cargó sobre sus hombros nuestros pecados y culpas, y por su sangre real derramada nos perdonó, nos reconcilió con Dios y nos trajo la paz. Solo porque Dios hizo justicia, cobrándose el castigo de nuestros pecados en Cristo, nosotros podemos tener paz.
Padre, gracias por concedernos tu justicia y paz a través de tu Hijo. Amén.
Para reflexionar:
*¿De qué manera el Príncipe de paz lucha por ti?
*¿Qué significa para tu vida que Jesús es Dios fuerte?
Rev. Héctor Hoppe
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