
"La ira"

"Y Abel también llevó algunos de los primogénitos de sus ovejas, de los mejores entre ellas. Y el Señor miró con agrado a Abel y a su ofrenda, pero no miró con agrado a Caín ni a su ofrenda. Y Caín se enojó mucho, y decayó su semblante." Génesis 4:4-5
Adán y Eva tuvieron hijos. Caín y Abel fueron los primeros. No pasó mucho tiempo hasta que Caín dejó que la ira se apoderara de él, y terminó matando a su hermano Abel. Cuando Dios fue a ver a los dos hermanos, uno estaba ausente. Aún cuando el omnipotente Señor sabía lo que había ocurrido, preguntó: "¿Dónde está tu hermano Abel?" Caín pretendió estar sorprendido ante la pregunta. Haciéndose el indignado, y actuando como si hubiera sido insultado, le respondió: "No lo sé. ¿Acaso soy yo el guardián de mi hermano?" (Génesis 4:9).
No dejes que el enojo te quite la alegría y arruine las relaciones con tus familiares y amigos. Escucha la voz de Dios en su Palabra; confiesa tus dificultades, debilidades, luchas y pecados al Padre Celestial y permite que el Espíritu Santo calme tu corazón. Jesús estará a tu lado en esa lucha.
ORACIÓN: Salvador Jesús, perdóname por dejar que la ira me lleve a pecar. Haz que tu paz sea el árbitro en mis decisiones. En tu nombre. Amén.
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