
"Burbuja inmobiliaria y casa propia"

"Cumplan con mis estatutos y ordenanzas. Pónganlos en práctica, y habitarán tranquilos en el país; la tierra dará sus frutos, y ustedes comerán hasta saciarse y habitarán tranquilos en ella... La tierra no podrá venderse a perpetuidad, porque la tierra es mía. Ustedes son, para mí, forasteros y extranjeros. Por lo tanto, en toda la tierra que ustedes posean, deberán conceder el derecho a rescatarla." Levítico 25:18-19; 23-24
Dios dijo a los israelitas: "La tierra no podrá venderse a perpetuidad, porque la tierra es mía. Ustedes son, para mí, forasteros y extranjeros" (Levítico 25:23). No existe ninguna burbuja inmobiliaria que pueda quitar el sueño a quienes confían en Cristo.
En esta tierra no somos más que peregrinos. La tierra es de Dios y nuestra casa eterna en su reino ya está asegurada. Es bueno, entonces, que recordemos que en este mundo sólo estamos de paso, que no pertenecemos aquí, sino que nos espera un mundo muchísimo mejor.
ORACIÓN: Señor Jesús, no dejes que los negocios de este mundo y el deseo por lo material me hagan perder la herencia eterna que tienes preparada para mí. Gracias por darme todo lo que necesito mientras soy peregrino en este mundo. En tu nombre. Amén.
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