
"¡Vamos, lenvántense!"

"¡Vamos, lenvántense, que ya se acerca el que me traiciona!" Mateo 26:46
"En primer lugar, les he enseñado lo mismo que yo recibí: Que, conforme a las Escrituras, Cristo murió por nuestros pecados." 1 Corintios 15:3
¡La palabra de Dios viene a nosotros hoy en forma urgente! Las palabras de Jesús en Mateo 26 son enfáticas: "¡Vamos, lenvántense, que ya se acerca el que me traiciona!" Pablo nos dice en la primera carta a la iglesia en Corinto que lo que él recibió es de suma importancia. Jesucristo se humilló a sí mismo, dejando su trono como Hijo de Dios, para ser un ser humano. En el Antiguo Testamento se habló de este hombre como el Mesías, como aquél que se sacrificaría por el mal y el pecado de todo el mundo. ¡Éstas son buenas noticias! De hecho son las mejores noticias, especialmente en estos días.
La urgencia que Jesús expresa en Mateo 26 es para nosotros hoy. No permitamos que el "traidor" --el mundo--nos engañe. Huyamos de la tentación y vivamos como hijos restaurados de Dios. ¡Hagámoslo hoy! Asumamos el compromiso ahora mismo de hacer lo que sea necesario para quebrar los hábitos destructivos y pecaminosos como el chismerío, la mentira, la avaricia, la lujuria, o lo que sea que fuere nuestro pecado rutinario. Pongámoslos a los pies de la cruz, donde Jesús ya ha cargado con el castigo nuestro, y recibamos el perdón que sólo viene de la palabra de Dios y de los sacramentos. Salgamos a compartir con este mundo en decadencia la esperanza y las promesas de estas buenas noticias. No hay tiempo que perder, porque Jesús volverá pronto. Esta vez, sin embargo, no vendrá para salvar, ¡sino para juzgar!
Compartamos la verdad que se nos ha dado, ¡y vivamos como viven los que creen que Cristo ha muerto por todos!
¡Vamos, lenvántense!
Jesús, danos cada día la fortaleza y el ánimo de resistir lo que nos traiciona: el diablo y las tentaciones del mundo. Enséñanos a vivir como tus hijos redimidos y a ser testigos de la verdad de tus buenas noticias. Amén.
Capellán Jeffrey J. Wilson
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