
"El poder que se nos dio desde lo alto"

"Jesús le respondió: 'No tendrías sobre mí ninguna autoridad, si no te fuera dada de arriba. Por eso, mayor pecado ha cometido el que me ha entregado a ti.'" Juan 19:11
"Decía: '¡Abba, Padre! Para ti, todo es posible. ¡Aparta de mí esta copa! Pero que no sea lo que yo quiero, sino lo que quieres tú.'" Marcos 14:36
Cuando estuve en la sesión de orientación antes de comenzar el seminario, uno de los conferencistas nos dijo que la habilidad para administrar el tiempo no nos iba a ser dada místicamente cuando nos pusieran la estola sobre nuestros hombros el día de nuestra ordenación. La premisa detrás de esta afirmación es que, como criaturas caídas, no tenemos la capacidad de hacer todo lo que queremos. Ni siquiera somos capaces de hacer todo lo que necesitamos o debiéramos hacer, porque somos pecadores.
Es fácil engañarnos a nosotros mismos pensando que tenemos el poder de lograr las cosas por nosotros mismos. Pilato se equivocó cuando le dijo a Jesús: "¿Acaso no sabes que tengo autoridad para dejarte en libertad, y que también tengo autoridad para crucificarte?" (Juan 19:10b). El matiz de la pregunta indica que Pilato pensaba que él tenía el poder. Pero Jesús le recuerda, y a nosotros también, que todo poder viene de Dios.
Como cristianos, el poder que recibimos de lo alto es el poder de la fe. Es la habilidad de arrepentirnos y alejarnos de nuestra propia auto-dependencia, y de volvernos a Dios en confianza. En Getsemaní nuestro Señor se sometió a la voluntad del Padre. Al vivir, morir, y resucitar en nuestro lugar, Jesucristo nos dio la seguridad de que estamos en sus manos, y que sus manos están abiertas para perdonar a los corazones arrepentidos.
Padre celestial, te doy gracias por el sacrificio de tu Hijo por mí. Perdóname por confiar en mis propias habilidades y por todas las veces que he fallado en buscar en ti la fuente de poder para mi vida. Ahora que nos acercamos a la Pascua, fortalece mi fe para que pueda volverme a ti en humildad y arrepentimiento. En el nombre de Jesús. Amén.
Pastor Richard Schneider
© Copyright 2016 Cristo Para Todas Las Naciones