
"Una identidad nueva"

"Pero con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí." Gálatas 2:20
¿Qué piensan de mí los demás? Esta es una pregunta difícil de evitar, ya que cada mañana comenzamos el día preparándonos para presentarnos ante los demás. Constantemente nos estamos comparando con los demás, a ver quién tiene la casa más grande, o quién gana más dinero, o quién tiene el coche más nuevo, o más educación y la lista podría seguir.
Sin embargo, eso no es lo que Dios tenía en mente cuando nos creó. Antes de la caída, el hombre vivía en comunión con Dios y en armonía con la tierra y entre sí. Pero, una vez que Adán y Eva se apartaron de Dios, las cosas cambiaron radicalmente y el hombre comenzó a obsesionarse consigo mismo.
Sin embargo, la historia no termina allí. Gracias a Dios, Cristo vino al mundo y murió por nosotros y, por su sacrificio, Dios nos ha dado una nueva identidad haciéndonos hijos suyos a través del bautismo. Así Dios perdonó nuestra rebelión contra él, y nos reconcilió con él. Nuestro valor no depende de nuestra relación con los demás o del éxito o fracaso personal, sino de nuestra relación con Dios.
Como cristianos sabemos que, al vivir en un mundo caído, abundan las tentaciones que nos quieren apartar de Dios, pero el Espíritu Santo nos trae perdón diario y nos da fuerzas para mantenernos firmes en la fe. Él nos da poder para vivir como hijos perdonados de tal forma que, por nuestro testimonio, otros puedan encontrar su verdadera identidad en Dios.
Señor Jesús, durante esta época de Cuaresma te pedimos que crucifiques la naturaleza pecadora que nos hemos creado y nos vuelvas a la nueva identidad que tú nos das. A través del Espíritu Santo danos fuerza para vivir como tus hijos cada día de nuestra vida. En tu nombre. Amén.
Pastor Daniel Prugh
© Copyright 2016 Cristo Para Todas Las Naciones