
"Jesús, nuestro sustituto"

"Con todo, él llevará sobre sí nuestros males, y sufrirá nuestros dolores, mientras nosotros creeremos que Dios lo ha azotado, lo ha herido y humillado. Pero él será herido por nuestros pecados; ¡molido por nuestras rebeliones! Sobre él vendrá el castigo de nuestra paz, y por su llaga seremos sanados. Todos perderemos el rumbo, como ovejas, y cada uno tomará su propio camino; pero el Señor descargará sobre él todo el peso de nuestros pecados." Isaías 53:4-6
Mis hermanos y yo crecimos jugando al fútbol. Mi padre era el director técnico y nosotros parte del equipo, así es que pasábamos muchas tardes y fines de semana practicando y jugando partidos. Cada vez que uno de los jugadores se lastimaba o se cansaba demasiado, alguien gritaba: "¡Necesitamos un suplente!" Entonces se paraba el juego, y otro jugador entraba a la cancha para reemplazar al que tenía que salir.
En realidad entrenábamos como para poder jugar los 90 minutos que duraba cada partido, pero las cosas no siempre salen como se planean, a veces otro tenía que ocupar nuestro lugar y terminar lo que nosotros habíamos comenzado.
De eso nos está hablando Isaías en la lectura para hoy. El Hijo único de Dios vino a este mundo para ser juzgado en lugar nuestro. Jesús fue el siervo sufriente que cargó la culpa de los pecados del mundo hasta las afueras de Jerusalén, donde fue crucificado por cada uno de nosotros. Es fácil olvidarnos del costo del sacrificio que Cristo hizo por nosotros. "Todos perderemos el rumbo, como ovejas, y cada uno tomará su propio camino; pero el Señor descargará sobre él todo el peso de nuestros pecados."
Por lo tanto, en esta época de Cuaresma meditamos en el sacrificio que Cristo, nuestro sustituto, hizo por nosotros. "Pero él será herido por nuestros pecados; ¡molido por nuestras rebeliones! Sobre él vendrá el castigo de nuestra paz, y por su llaga seremos sanados."
Querido Jesús, te damos gracias por haber aceptado cargar nuestras culpas sobre ti para que seamos sanados. ¡Cuánto amor, Señor! Ayúdanos a reconocerlo y agradecerlo cada día de nuestra vida. En tu nombre. Amén.
Pastor Ryan Honeycutt
© Copyright 2016 Cristo Para Todas Las Naciones